“¡No se mata la verdad asesinando periodistas!”, se escuchaba en gritos de indignación esta famosa consigna, entre las multitudes que se manifestaron en abril y mayo del 2018 en Nicaragua, tras el asesinato del periodista Ángel Gahona el 21 de abril de ese año en Bluefields, Caribe Sur de Nicaragua.
Tres años después del asesinato de Ángel Eduardo Gahona López, su nombre continúa resonando y es recordado con gran calidez en toda Nicaragua, por ser un ejemplo de valentía y profesionalismo.
Gahona fue un periodista, reportero, corresponsal y camarógrafo, que la noche del fatídico sábado 21 de abril del 2018, grabó con celular en mano su propio asesinato mientras cubría las protestas en Bluefields.
Cuando sucedieron los hechos, el periodista realizaba una transmisión en vivo detallando los enfrentamientos entre policías y manifestantes, en un intento de informar a los seguidores del noticiero El Meridiano, del cual él era propietario.

También era esposo, padre, hijo y hermano
Pero Gahona, de 42 años al momento de su muerte, no solo era periodista, también era esposo y padre de dos hijos, que entonces tenían 16 y cinco años.
El periodista era hijo de dos pastores de la Asamblea de Dios y en su núcleo familiar también lo recuerdan como una persona valiente y sencilla.
Juan Carlos Gahona, hermano del periodista contó a Literal – Periodismo Ciudadano, que él recuerda a Ángel como una persona jovial, carismática y alegre. Señala que era un hombre que se mostraba de buen humor y casi siempre echando bromas. Incluso menciona que una sus cualidades humanas más positivas era su amabilidad.
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Aficionado por la cocina y el deporte
“A Ángel le encantaba cocinar”, rememoró Juan Carlos. De hecho, él era el chef de la familia para las navidades. Le gustaba preparar un pan tradicional venezolano que llevaba jamón y también horneaba tortas.
Otro de sus intereses era el deporte. Le encantaba el basquetbol y a pesar de su baja estatura, invirtió gran parte de su tiempo jugando con sus compañeros de secundaria, ya que estudió en un colegio internado.
“Un loco apasionado por el periodismo”
Asimismo, Juan Carlos asegura que Ángel era “un loco apasionado por el periodismo”, pues explicó que, desde los 10 años, Ángel buscaba casetes para borrar su contenido con un imán y grabar sus nuevas entrevistas.
Tal era su afición por el quehacer periodístico, que Ángel realmente nunca consideró desempeñarse en labores del campo o cualquier otro oficio. Por el contario se interesó por herramientas tecnológicas como las cámaras, las grabadoras, las computadoras y más tarde el internet.
Claudia Gahona, hermana del periodista, declaró en una entrevista a Univisión que él era “como un Rambo”, pues siempre buscaba cubrir las noticias, aunque fuesen riesgosas.
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“Jamás demostró miedo”
Por su parte, Migueliuth Sandoval, viuda de Gahona, rescató en una entrevista a BBC Mundo que él “era un hombre valiente” y que “jamás demostró miedo”, porque “la adrenalina le corría por su cuerpo en este tipo de situaciones”.
De hecho, durante esa entrevista, Sandoval reiteró que Gahona “era apasionado por informar de una manera neutral, no jalaba para ningún bando”.
Gahona llevaba su amor por el periodismo en el interior, ya que “desde niño practicaba con las cámaras. Vivía en Venezuela y allí aprendió a usarlas… Eran tan pesadas que se tenía que pegar a la pared para que no se le cayeran”, narró Sandoval en esa misma entrevista.

Tres impactos de bala
Juan Carlos Gahona, mencionó que su familia migró a Venezuela en 1980 por el contexto sociopolítico que envolvía a Nicaragua en esa época. Para ese entonces Ángel Gahona tendría cuatro o cinco años. Después volvieron a Nicaragua en diciembre de 1997, cuando Ángel tendría 22 o 23 años.
Más tarde, Gahona se mudó a Bluefields y ahí cursó sus estudios universitarios de Comunicación Social en la Universidad de las Regiones Autónomas de la Costa Caribe Nicaragüense (URACCAN).
En realidad, Ángel Gahona estaba cursando su segunda carrera en abogacía cuando, trágicamente, su trabajo le costó la vida al recibir tres impactos de bala. Uno en la sien que terminó alojándose en su oreja izquierda, otra atravesó su corazón y se alojó en el pecho y la última atravesó su muñeca derecha, mano en la que llevaba el celular.
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“No hemos encontrado justicia”
“Hoy se cumplen tres años desde su asesinato. Son tres años y no hemos encontrado la justicia. Nuestra lucha es que su muerte no quede en la impunidad”, dijo Juan Carlos en un tono lleno de convicción.
Finalmente, Juan Carlos aún no se resigna a decir que su hermano está muerto, por el contrario “me hago la ilusión de que está de viaje”.
Asimismo, asegura con nostalgia que “el vacío ha sido inllenable, pues él era mi único hermano, era mi confidente, mi amigo y mi enemigo”.

“Caso no resuelto”
Un abogado independiente familiarizado con el caso de Gahona, quien pidió omitir su nombre por razones de seguridad, explicó a Literal – Periodismo Ciudadano, que la última actualización legal sobre este caso, fue la apelación por parte de la defensa en contra de la sentencia condenatoria dictada por el juez Ernesto Rodríguez.
No obstante, el abogado mencionó que solo se hizo una audiencia, pero que no se dictó sentencia porque se otorgó la amnistía a los dos jóvenes acusados.
En realidad, el abogado afirma que en el caso de Gahona “hay muchas inconsistencias, ya que no demostraron en juicio que los jóvenes acusados (Brandon Lovo y Glenn Slate) hayan participado”.
De hecho, él atribuye esas inconsistencias a la falta de voluntad para realizar una investigación profunda y adecuada por la probable participación un agente policial en el hecho, tal y como lo señala la familia y varios ciudadanos en Bluefields.
Finalmente, el abogado asegura que este “es un caso no resuelto” y que “obviamente hubo un interés político en declarar culpable a estos jóvenes para acallar de alguna forma, las críticas públicas que hacía la sociedad nicaragüense y organismos internacionales en relación a este caso”.
“Gremio periodístico está de luto”
Con la muerte de Ángel Gahona, “el periodismo independiente y todo el gremio periodístico está de luto”, indica Juan Carlos Gahona quien también es periodista.
De hecho, Juan Carlos reafirma que “asesinar a un periodista es cometer un doble asesinato”. Por eso considera que “Ángel es el periodismo insigne de estos últimos años” y que por él y el resto de las víctimas “debemos seguir levantando la voz aun sabiendo el riesgo que corremos los periodistas independientes en este país por decir la verdad”.
Por último, Juan Carlos opina que el régimen de Ortega fue “juez y parte de un juicio amañado” y asegura que culparon a Brandon Lovo y Glenn Slate “para lavarse las manos”, pues “todos sabemos que ellos son inocentes y que más bien debieron investigar a los agentes policiales”.
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Otros periodistas asesinados en Nicaragua
Ángel Gahona es el último de una lista de periodistas asesinados en Nicaragua por informar, entre quienes se cuentan cinco nicaragüenses y dos extranjeros.
–Pedro Joaquín Chamorro, nicaragüense, director de La Prensa, asesinado el 10 de enero de 1978 en Managua por sicarios a la orden del dictador Anastasio Somoza.
-Bill Stewart, estadounidense, corresponsal de ABC News en Nicaragua, asesinado a sus 38 años por la Guardia Nacional el 20 de junio de 1979 en Managua, mientras cubría la guerra de insurrección.
–Peter Bertie, canadiense, corresponsal del Toronto Sun, acompañaba a la Contra en una zona montañosa de Matagalpa cuando fueron atacados por los sandinistas. Lo mataron a balazos el 19 de marzo de 1987, tenía 41 años.
-María José Bravo: Corresponsal del diario La Prensa de 26 años, asesinada por el liberal Eugenio Hernández González el 9 de noviembre de 2004, mientras cubría el recuento de votos de las elecciones municipales en Juigalpa, departamento Chontales.
-Carlos José Guadamuz, 59 años, director del programa Dardos al Centro en Canal 23. Fue asesinado el 10 de febrero de 2004 en la entrada del canal de televisión en Managua por el fanático sandinista William Hurtado, ex agente de la Seguridad del Estado sandinista. Había sido director de la emisora La Voz de Nicaragua durante la primera dictadura sandinista (1979—1990) y de la emisora del Frente Sandinista Radio Ya, pero se separó del FSLN en 1996 y lo declararon traidor.
-Adolfo Olivas Olivas: periodista de 47 años, corresponsal del diario La Prensa, fue atacado con arma de fuego en la ciudad de Estelí, el 14 de agosto de 2005. Fue asesinado cuando investigaba el establecimiento de un cártel de droga, después de haber recibido amenazas de muerte. Era presidente de la Unión Nacional de Periodistas de Nicaragua en Estelí.