La representación de Canadá ante el Consejo de Seguridad de Organización de las Naciones Unidas (ONU), respondió una carta de reclamo emitida por Rusia mostrando los errores que esta contenía y publicando un documento que terminó en una verdadera lección sobre redacción y edición.
Este reclamo y exposición se dio en el contexto de la discusión diplomática sobre la invasión rusa a Ucrania, la cual ha sido condenado por organismos y gobiernos de todo el mundo.
Más allá del enfoque e impacto político que tuvo esta acción, la respuesta diplomática de Canadá a Rusia es una lección de redacción y edición.
Estos dos aspectos son fundamentales en el ámbito de cualquier profesión, sobre todo en las gestiones diplomáticas y el periodismo.
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Redacción y edición en público
El pasado 16 de marzo, el representante de Rusia ante el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, Vasili Nebenzia envió una carta de reclamo a la delegación de Canadá en ese foro internacional, en torno a la firme oposición del país norteamericano a la invasión rusa a Ucrania.
La misiva en cuestión fue devuelta con anotaciones en rojo por parte de Canadá y fue compartida vía Twitter este jueves 17 de marzo con un mensaje: “Gracias @RussiaUN por su carta del 16 de marzo. Consulte nuestras ediciones sugeridas a continuación”.
Parte de las correcciones señalaban:
“Me comunico con ustedes con respecto a un asunto urgente relacionado con la grave situación humanitaria en Ucrania y sus alrededores”, indicaba Rusia, a lo que Canadá añadió en rojo: ”…que hemos causado nosotros como resultado de nuestra guerra ilegal”.
Rusia también exigía protección para “todos los civiles, incluyendo mujeres y niños”, a lo que Canadá agregó “¿Cómo explicáis el bombardeo de un hospital de maternidad y la destrucción de más de 200 escuelas?”.
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Una lección de redacción para todos
“Nuestros colegas occidentales lamentablemente eligieron promover la línea antirrusa politizando el problema humanitario”, reclama el diplomático ruso.
Y Canadá atañe sobre el mismo documento tachando en rojo la frase “problema humanitario” y corrige: “sufrimiento que estamos causando en Ucrania”.
Rusia recurrió a un intento de lenguaje diplomático para reclamar a Canadá y desvirtuar la esencia del conflicto, que es la invasión militar, pero el país norteamericano recurrió al diccionario y la redacción para responder, corregir y sentar posición de rechazo a la guerra rusa.
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Narrativa rusa o cárcel
Sin duda alguna, la acción de Canadá es una manera creativa de evidenciar la ambigüedad del lenguaje utilizado por la diplomacia rusa, que eufemísticamente llama “operación militar especial” la invasión a Ucrania.
Moscú ha dictado leyes penales en el marco de la agresión militar a Rusia, para imponer una narrativa oficial que suaviza los términos para dirigirse a la invasión y ha establecido multas onerosas y hasta 15 años de cárcel para quienes publiquen información que no sea la parte oficial del Kremlin.