En la actualidad, estudiantes y maestros han vivido momentos de profundos cambios, pues la educación presencial se trasladó a clases virtuales, siendo esta la alternativa recomendada para frenar el contagio de coronavirus sin exponer al estudiantado y docentes de los distintos niveles académicos.
A consecuencia de este drástico cambio, hay momentos de estrés e incertidumbre que neutralizan el desempeño de estudiantes, los frustran y afectan su desarrollo de aprendizaje.
La pregunta clave en este contexto de pandemia es: ¿qué hacer ante esto?
Factores claves para el estudiante.
Las experiencias pueden ser objeto de reflexión sobre qué hacer y qué no. Tanto estudiantes como maestros han colectado infinidades de éstas, una destacable es la de Emmanuel Cuadra, estudiante de la carrera de Psicología.
“Recuerdo el caso de una profesora en particular; su clase arrancó con una analogía. En lugar de enviarnos a leer -previamente- mil archivos, nos compartió un video de YouTube, nos pidió que lo analizáramos y a raíz de eso estudiamos un caso de su clase”, refirió Cuadra.
Y aseguró que prefiere las clases activas, en las que el docente se pone en el lugar del alumno e imagina cómo hacer llegar el conocimiento.
“No solo llegar a leer una diapositiva y explicarla”, señaló Cuadra.
Literal Periodismo Ciudadano conversó con la psicóloga Samanta Lacayo, quien reflexionó sobre qué retos enfrentan, tanto docentes como estudiantes, en este actual contexto de pandemia y la importancia de ser autodidacta.

La importancia de ser autodidacta
A criterio de Lacayo, una de las claves importantes para ser autodidacta es la capacidad autocrítica, de investigación, autocontrol y organización.
“Acompañando el ser autodidacta se encuentra el trabajar la motivación. La motivación es ese motor que mueve nuestra maquinaria, la que co-dirige nuestras acciones, y una que puede ayudarnos en el camino hacia culminar con éxito las metas”, explicó.
Enfatizó que una fórmula para sobrellevar las responsabilidades en el actual contexto es apostar a ser autodidacta, trabajar la motivación y complementarlo con “organización, constancia, autonomía de funcionamiento, capacidad de análisis y espíritu crítico”, compartió la experta.
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¿Qué hacer si un estudiante se encuentra desmotivado?
Según Lacayo, desde el punto de vista del docente: la comunicación.
“No es sencillo con tantos estudiantes en un aula, pero crear puertas y espacios para que los estudiantes puedan acercarse y comunicarse puede apoyarnos a identificar en qué momento se pierde la motivación y las palabras, frases o estrategias para poder apoyarle a encontrar la motivación de nuevo”, explicó.
Lacayo señaló que no sirve decirle “echarle ganas”, “vos podés”, “estás distraído” son frases que si no tenemos cuidado pueden caer en el positivismo tóxico.
Identificar la raíz del problema
La experta recomendó que desde el punto de vista del estudiante, se debe Identificar de dónde proviene esta falta de motivación, factores intrínsecos, es decir propios de nosotros, o, extrínsecos, de parte del ambiente, esto se debe a que el trabajo o trato es diferente.
“Si la falta de motivación es externa, debemos de sopesar qué podemos controlar y qué no. Si es personal, tenemos que tener cuidado, la falta de motivación puede ser una puerta a ansiedad o depresión, y siempre recomendaría buscar apoyo profesional”, dijo Lacayo.
Aconsejo que si esta ayuda no es accesible, se debe tratar de hacer un análisis para identificar en qué momento se perdió la motivación, que pensamientos corren por nuestra mente, y, si nuestro estado de ánimo se ha mantenido estable o variante, antes y durante el proceso de la pérdida.

¿Qué podemos aprender de la psicología educativa?
La psicóloga expone 5 consejos.
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Identificar de qué forma nuestro estudiantado aprende mejor y aterrizar el aprendizaje en su vida diaria e intereses.
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Clases más interactivas y basadas no en las necesidades de enseñanza del docente sino en la capacidad de aprendizaje de los estudiantes.
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Adaptar el contenido para que pueda ser aprendido de diferentes formas, al inicio puede ser un reto y cansado pero con el paso del tiempo y la práctica se vuelve más sencillo y los resultados crearán un espacio de aprendizaje más ameno y motivante.
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Conocer a los estudiantes para crear clases que motiven el desarrollo de aprendizaje significativo.
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También es muy importante recordar que nuestros estudiantes no viven en una burbuja y tienen mil problemas que les aquejan y afectan, ser conscientes de estos, apoyarles, va a permitir un proceso relacional de enseñanza-aprendizaje de mayor valor.
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Las estrategias a poner en práctica
Lacayo recalcó en la importancia que tienen los maestros de conocer la forma de aprendizaje de los estudiantes, pues de esa forma podrán elegir la forma más adecuada de enseñar.
“El contenido brindado en clases o como tarea-actividad de reforzamiento debe de ser discutido y analizado con los estudiantes para asegurarnos que el mismo haya sido procesado de forma adecuada”, destacó.
Al mismo tiempo la experta, hizo énfasis en la empatía hacia los alumnos, pues a sus consultas psicológicas, han llegado una cantidad de jóvenes frustrados, molestos, con miedo a acercarse a sus docentes para explicar sus situaciones personales.
“Un buen docente no es el que aplaza a más estudiantes, es aquel que realmente logra desarrollar y cultivar las mentes de las personas que recurren a él por enseñanza, los docentes deben de ser accesibles, especialmente en épocas donde los espacios de inseguridad están en auge”, expresó Lacayo.
Según la psicóloga, modernizarse y adaptarse a las exigencias del medio, a muchos usar plataformas educativas fue un gran golpe, pero, con un poco de ayuda la enseñanza tradicional puede adaptarse.

¿Cómo actuar para culminar con éxito el año escolar?
Según Lacayo, la clave es la organización, la apertura a soluciones y tratar de crear condiciones, un espacio ventilado, buena iluminación.
Refirió, que una de las principales complicaciones al estar trabajando desde casa es la falta de organización y creación de un horario, tanto para docentes como estudiantes.
Por otro lado, la experta mostró la importancia de construir mapas mentales, resúmenes, videos, lecturas o conversatorios entre compañeros son parte de las actividades que puedes aplicar para no sólo para estudiar mejor, sino para hacerlo de forma significativa.
Técnica Pomodoro
“Esta técnica nos pide que trabajemos por 20 minutos solo dedicados a lo que queremos trabajar, y descansemos 20 minutos, para aquellos que nos distraemos con facilidad es una buena técnica, para aquellos que logran una mejor concentración, establecerse horarios, y estudiar en base a nuestra forma de aprendizaje puede apoyarles bastante”, finalizó Lacayo.