La palabra es cada vez más común aunque suene rara: procrastinación. Usualmente suele asociarse a la pérdida de tiempo y falta de organización para cumplir compromisos y aunque muchas veces en redes sociales se suele tomar a modo de broma, la procrastinación es un mal que debe ser tratado profesionalmente porque incluso puede llegar a arruinar la vida de una persona y familia.
Literal Periodismo Ciudadano te explica la cara oculta de procrastinar y como enfrentarlo para evitar grandes consecuencias.
El hábito de aplazar actividades o deberes importantes y reemplazarlas por otras irrelevantes, pero que en el momento resultan agradables o divertidas es procrastinación.
Lo que el tiempo se llevó
Sin duda, es un ladrón del tiempo y de resultados con el que más nos cruzamos todos los días.
Aunque la procrastinación no es considerada un trastorno como tal, se entiende como “una afectación emocional o psicológica donde la persona va postergando acciones, acontecimientos, responsabilidades, hasta que llega un punto en el que se acumulan o sencillamente no las hace”, explicó a la psicóloga Winy Martínez.
Otros especialistas en salud mental consideran la procrastinación como un “estado crónico de pereza”, siendo la pereza a la vez un estado de enfermedad mental cuando traspasa la frontera de lo cotidiano.
Literal Periodismo Ciudadano: Consejos para evitar procrastinar frente al teclado

¿Soy un procrastinador?
Muchas veces la persona no se entera de que padece procrastinación, sino que se auto considera “desorganizada” o proclive a “dejar las cosas a última hora”.
Como parte de un ejercicio para identificar el mal hazte las preguntas: ¿qué tan productivo soy en el día? ¿He logrado hacer todos mis pendientes o al menos la mayoría? ¿por qué no lo logro hacer a tiempo?
La psicóloga Margarita Palacios recomienda valorar los resultados de todo lo que te comprometes a realizar en el día o a lo largo de tu vida: “esa debe ser una clara indicación de si soy un procrastinador o no”.
El psicólogo Roger Martínez explicó que de acuerdo a estudios empíricos, a los procrastinadores se les puede clasificar “en perfeccionistas, soñadores, preocupados, creadores de crisis, desafiantes y los complacientes”.
Literal Periodismo Ciudadano: Herramientas y consejos para proteger nuestra salud mental
Auto-engaño
Una de las trampas de la procrastinación es el “auto engaño”, es decir, nosotros mismos nos ponemos “excusas que parecen reales, pero que realmente son solo surgidas para justificar la falta de compromiso”, aclaró Martínez.
Por ejemplo, ¿te ha pasado que has estudiado un día antes de presentar un examen porque en la semana “no te dio tiempo”?
Usualmente, dice el sicólogo, procrastinamos porque queremos esquivar nuestras responsabilidades, de tal forma que vamos construyendo pretextos para no cumplirlas: “Un capítulo más de la serie y ya me pongo a hacerlo”, por ejemplo.
La cara oculta de la procrastinación
La procrastinación no solo se limita a deberes académicos o laborales. ¿Recuerdas tus propósitos de año nuevo? Como hacer ejercicio, dejar de fumar, aprender un nuevo idioma…
¿Cuántas veces has retrasado esa conversación importante que tienes pendiente. Ojo, eso también es procrastinación.
La procrastinación se manifiesta en los quehaceres diarios, en las pequeñas tareas como limpiar la casa, lavar la ropa, organizar lo que ya no utilizas, etcétera.
Literal Periodismo Ciudadano: Ideas y consejos para mantener la productividad

Procrastinación normal y anormal
Nadie se salva de la procrastinación en algún momento de su vida y es algo normal, lo que no es normal que echar a perder tus planes o estancarte en algo de modo que afecte emocionalmente tu vida.
Para la psicóloga Yulaykis Sánchez Mayorquín, el verdadero problema surge cuando todas estas postergaciones empiezan a cobrar factura y crean caos en tu vida debido a la acumulación de tareas.
“Produce sentimientos de insatisfacción, inseguridad, inferioridad y estancamiento. Además, se termina perdiendo la confianza y el respeto de los demás; entonces es momento de dar un alto”, advirtió la especialista.
Graves consecuencias
El psicólogo Martínez expresó que las personas no son consientes al inicio de esta conducta, hasta que empiezan a ver el estancamiento y las consecuencias de incumplir las responsabilidades.
Por otro lado, la especialista Winy Martínez, indicó que la procrastinación proviene de una causa mucho más grande, de un malestar emocional y viene siendo el efecto o secuela del mismo.
“Podemos encontrar personas con depresión o personas ansiosas, personas con un entorno violento o falta de sentido de la vida que procrastinan (…) entonces, puede haber un cuadro muy grande que les esté imposibilitando poder conectar con la responsabilidad, conectar con su motivación”, destacó.
Otras de las consecuencias de la procrastinación, según el sicólogo Martínez, es que la presión continua afecta rápidamente la salud: irritabilidad, falta de atención, dolores de cabeza e insomnio.
Literal Periodismo Ciudadano: Mantén a raya el perfeccionismo al escribir

Autolesión
Dejar todo para última hora no es conveniente y trabajar bajo presión no es siempre una cualidad como muchos creen.
“Recuerdo que tenía una compañera (universitaria) que dejaba sus trabajos de clase a última hora. Es decir, se encontraba en una situación que tenía que entregar tres o cuatro trabajos en un mismo día; ese mismo día no comía, no se bañaba, pasaba pegada haciendo el trabajo, es decir, lo hacía, pero a qué costo. A un costo emocional y físico muy alto”, contó a Literal la especialista Winy.
“Muchos dicen que ellos funcionan mejor bajo presión”, dice Martínez, aunque a nivel de sicología se llama autolesionarse.
“La persona se está autolesionando cuando tiene ese tipo de conductas por eso digo que no se puede ver por sí sola, tiene que verse globalmente como un todo”, enfatizó.
Literal Periodismo Ciudadano: Administración del tiempo ¿por qué es importante?

Un periodista contra la procrastinación
Literal conoció la experiencia de un periodista nicaragüense que recurrió a tratamiento de salud mental para tratar de vencer la procrastinación que lo afecta desde hace algunos años.
“Josué”, nombre ficticio del periodista, contó a Literal que pasó tratamiento con una siquiatra de Managua, especialista en estudios de la mente, para identificar las razones de su cada vez más grave falta de productividad.
Dice que todo inició a finales de 2015, pero se agravó a partir de 2018 y llegó a su nivel más bajo de productividad en 2021, por lo cual llegó a buscar consulta luego de preguntar en redes sociales quién podría prestarle ayuda.
“Yo sabía que algo estaba mal en mí, porque pasé de ser un reportero productivo y dinámico a un periodista perezoso y estancado. Todo lo que estaba haciendo lo estaba siendo mal, con el mínimo esfuerzo, a contratiempo, sin creatividad ni energía y por eso había venido perdiendo credibilidad y confianza en mi equipo de trabajo. Ya no me veían confiable para hacerme cargo de una misión”.
Josué, periodista nicaragüense.
Literal Periodismo Ciudadano: ASMR: cómo relajarse en tiempos de estrés
Un consejo clave
“Un día pregunté en redes sociales si alguien sabía quién podría tratar problemas de disciplina para mejorar la productividad y así me dieron el contacto de una siquiatra”, cuenta el periodista.
El comunicador dice que su mayor problema ya no era reconocer si sufría o no de procrastinación, porque estaba claro de eso, sino de saber quién podía ayudarlo a tratar ese mal.
“Mi primer ejercicio ante la siquiatra fue tratar de identificar dónde está la falta de motivación y comprender por qué había dejado de ser productivo y cómo eso me estaba afectando emocional y profesionalmente”, dijo.
Para el periodista, la asistencia fue de gran ayuda y obtuvo un consejo que para él es lo más valioso que ha oído para enfrentar la procrastinación: “siempre debemos tratar de hacer todo lo que es para nuestro beneficio, nos guste o no”.

“No dejes para mañana lo que puedes hacer hoy”
La procrastinación deriva en la pérdida, puede ser de un trabajo, confianza, una oportunidad, etc. Desgasta la salud física y mental.
Una persona depresiva, se va a deprimir mucho más y puede decaer en un cuadro depresivo severo. De igual modo, una persona que estaba ansiosa, llega a un ataque de ansiedad o pánico y puede hacerse daño a sí mismo, ya estamos hablando de un intento suicida.
El sicólogo Martínez señaló que procrastinar tiene un componente de miedo y para vencer lo que nos atemoriza hay que tener el valor de conocerlo y enfrentarlo.
También recomienda visualizarse como una persona exitosa pensando en el proceso que conlleva para conseguirlo.
Recuerda que las cosas no se construyen solas, no se realizan pensando solo en ellos; más bien se necesita trabajar y esforzarse para alcanzarlos.