“No es ninguna dádiva que está otorgando el gobierno”, expresó categóricamente el médico internista e infectólogo Carlos Quant al ser consultado respecto a que recientemente fanáticos del partido de gobierno expusieron en redes sociales fotografías de ciudadanos nicaragüenses como Fabio Gadea, Edgar Tijerino y Vilma Núñez de Escorcia, reconocidos críticos del régimen de Daniel Ortega mientras se vacunaban contra el Covid-19 aduciendo que las vacunas eran gracias al régimen.
Las fotografías fueron acompañadas de epítetos y comentarios que indicaban que gracias a “Rosario Murillo y Daniel Ortega”, estas vacunas eran posibles, cuando en realidad acceder a servicios de salud de manera gratuita es responsabilidad del Estado del país sin importar el partido de gobierno que esté en el poder.
Hemos publicado en Literal: Nicaragua urge de mayores esfuerzos para garantizar derecho a la salud
Quant aseguró a Literal que “el derecho a la salud es universal, está consignado en la Constitución de la República. No es ninguna dádiva que está otorgando el gobierno. Es un deber de este procurar la salud de todos sus ciudadanos, independientemente de raza, credo, religión, estatus social o preferencias políticas”, advirtió.
Y es que el Artículo 59 de la Constitución dice que los nicaragüenses tienen derecho, por igual, a la salud. El Estado establecerá las condiciones básicas para su promoción, protección, recuperación y rehabilitación. El citado artículo agrega que “corresponde al Estado dirigir y organizar los programas, servicios y acciones de salud y promover la participación popular en defensa de la misma”.

Lamentan el fanatismo
En declaraciones a un programa matutino de Radio Corporación, Fabio Gadea, uno de los ciudadanos expuestos en redes sociales expresó que la acción ejecutada por los fanáticos sandinistas “no va a desprestigiarlo” y que más bien le causaba risa. Al mismo tiempo agradeció al personal de salud que le atendió.
Quant lamentó que “desafortunadamente, el fanatismo de algunas personas no los hace comprender ese derecho. Por otro lado, nosotros los nicaragüenses contribuimos con nuestros impuestos y es importante recalcar que gracias al apoyo de otros países -y de manera gratuita- se ha tenido acceso a las vacunas, aunque no las suficientes para inmunizar a toda la población que la necesita, señaló el médico.
Por otro lado Quant expresó que los trabajadores sanitarios, que deberían estar en la lista de prioridades, no han sido tomados en consideración, lo cual no sólo es una indolencia de parte del gobierno, sino una verdadera irresponsabilidad.
El médico hizo un llamado urgente al Estado de Nicaragua para que continúe gestionando y comprando las vacunas suficientes para inmunizar lo antes posible a la población susceptible de enfermar por Covid-19.
Es importante destacar que desde el inicio de la vacunación en el país, el pasado 6 de marzo se ha establecido que los principales beneficiarios serán ciudadanos que padecen enfermedades crónicas y las personas de la tercera edad, las cuales han sido cotizantes del seguro social durante años y están respaldadas por el Artículo 61 que garantiza a los nicaragüenses el derecho a la seguridad social para su protección integral frente a las contingencias sociales de la vida y el trabajo, en la forma y condiciones que determine la ley.
Le puede interesar: Nicaragua desafía al coronavirus asistiendo masivamente a las playas

No es una acción aislada
No es la primera vez que el régimen, sus funcionarios y fanáticos intentan hacer creer a la población del país que el derecho a la salud es gracias a la administración sandinista. En otras oportunidades ex reos políticos y activistas han denunciado agresiones verbales y acoso cuando intentan acceder a centros asistenciales buscando atención médica.
Uno de los casos más recordados es la de la joven conocida como “Lady, La Vulgaraza”, quien en agosto 2019 denunció a través de sus redes sociales que le fue negada la atención medica en el centro de salud Edgar Lang, en San Judas, en Managua.
Por otro lado, familiares de excarcelados políticos han declarado que temen acudir a los centros asistenciales debido a la negativa de atención por parte de las autoridades y el acoso y hostigamiento de fanáticos.