Desde hace ocho años, el nombre de Luis Galeano saltó del anonimato común de la prensa escrita al salir de El Nuevo Diario, de donde era editor, a la radio y luego a la televisión con su programa Café con Voz.
Entonces llevaba una sólida carrera de 13 años en prensa escrita como reportero, periodista de investigación y luego editor en El Nuevo Diario, las agencias EFE y AP.
Si bien su nombre ya era reconocido en el gremio y en sectores políticos como agresivo periodista dispuesto siempre a descobijar corrupción y abusos en el sector público y privado, fue a raíz de que su programa de radio llegó a la televisión que su nombre comenzó a sonar más allá del gremio y del ámbito político.
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Luego llegó 2018 con las protestas sociales, la represión estatal, la intervención policial al canal 100% Noticias, el encarcelamiento de sus propietarios, las acusaciones penales contra los miembros del medio de comunicación y el exilio.
Luis Manuel Galeano (febrero de 1978), cumple este diciembre de 2020 dos años completos en el exilio. Desde Estados Unidos transmite su programa por redes sociales y al igual que su audiencia crece, crecen sus críticos y sus detractores.

Una vida en el exilio
LPC: ¿Desde cuando estás en Estados Unidos trabajando como periodista?
LG: Estoy en Estados Unidos desde enero del 2019.
LPC: ¿A qué obedece tu presencia en este país y no en Nicaragua donde naciste?
LG: Tuve que salir de Nicaragua producto de la persecución política que la dictadura de Ortega y Murillo montaron en contra los medios independientes y particularmente en contra de 100 % Noticias, que era el canal en donde yo tenía mi programa Café con Voz. El canal fue tomado el 21 de diciembre del 2018 y fueron encarcelados Miguel Mora y Lucía Pineda Ubau.
Al día siguiente de esa captura ordenaron que me arrestaran a mí también y me vi forzado a salir de Nicaragua, primero para mantenerme libre y segundo para seguir haciendo mi trabajo desde el exilio, porque siempre creí que era más importante estar libre y alzando la voz que preso, torturado y silenciado.
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El soñado regreso a Nicaragua
LPC: ¿Crees que esas acusaciones y amenazas son reales y en definitiva rechazás que hayas cometido alguna anomalía en tu labor?
LG: Las acusaciones no tienen ningún asidero, son simplemente burdas, absurdas, nunca tuvieron ninguna base, pero estamos en una dictadura que comienza a pensar que la luna se convierte de noche y la noche del día. Y en base a eso te pueden decir que sos criminal, asesino, golpista, o terrorista y montar cualquier tipo de teatro para hacerle creer a la gente que su actuar es el correcto. Y por eso es que yo me he declarado después de esto, incalumniable e injuriable.
Porque según ellos, nosotros somos responsables de la muerte de una gran cantidad de personas y demás, cuando en realidad en Nicaragua todos sabemos quiénes son los responsables de las muertes que se dieron a partir del 18 de abril de 2018.
LPC: Ahora que has probado a trabajar fuera de tu país y habiendo vivido lo que has vivido trabajando como periodista en Nicaragua ¿Cuál de los dos ambientes laborales preferís?
LG: Yo creo que no se cambia nunca la tierra en la que uno vive. Desde cualquier perspectiva y menos en lo laboral, pues yo estoy aquí ejerciendo mi labor con las uñas, tratando de dar la batalla en redes sociales, en medios digitales.
Pero definitivamente que estar trabajando en tu patria, estar trabajando en tu entorno con la gente con quien siempre has tenido la oportunidad de intercambiar en tu vida, en tu familia, amigos, contacto e incluso calles, avenidas, eso no se cambia y por tanto, yo siempre prefiero a Nicaragua. Definitivamente no hay cómo pensar que es mejor aquí.
LPC: ¿Cuándo regresas a Nicaragua?
LG: El regreso nuestro a Nicaragua depende del tiempo en el que la dictadura se mantenga en el poder. Yo no creo de ninguna manera que sea correcto que yo regrese, porque no hay ninguna garantía de que se respete mi libertad, mi integridad, mi vida. Y por eso va a depender particularmente del tiempo en el que la dictadura se mantenga en el poder, yo creo que va a ser poco, pero depende de eso.
Quisiera que fuera mañana, pero no depende de mí, depende de lo que se haga para que la dictadura deje el poder. Y no creo que sea tampoco a través del proceso democrático de elecciones. Porque no, no está abierto a jugársela, porque sabe que pierde, indudablemente.

Así nació Café con Voz
LPC: Contanos la historia de Café con Voz ¿Cómo nace?
LG: Café con voz nació en el año 2012. Yo salí del El Nuevo Diario, después de que el periódico fue comprado por el grupo Promerica o Banpro. Y cuando yo salí del periódico en abril del 2012, pensé que era necesario que tuviésemos de alguna manera, yo en lo particular como profesional, un programa en radio que transmitiese lo relacionado a la vida cotidiana.
Pero sobre todo educar a la gente en políticas públicas, empoderamiento, derecho, en reconocimiento de situaciones en donde hay injusticia, en donde se puede de alguna manera cambiar la visión de la gente más allá del adoctrinamiento político que pretendía imponerse y mostrar un país o una realidad en la que todo marchaba muy bien y por tanto, creí que era importante tener un medio propio en el sentido de un programa.
Y fui a la Radio Universidad.
Hablé con Azucena Castillo (directora de la radio en ese momento) y le dije que tenía toda la buena intención de comenzar a hacer un programa que se llamase de cualquier manera, pero que sirviese a la gente para hacer reflexionar, para hacerla pensar, para hacerla tomar decisiones, para convertirse también ellos en agentes de cambio a partir de discusiones que se hiciesen con especialistas, pues a lo mejor a partir de mi análisis de la realidad, puedes hacer pensar a la gente un poco más.
Y así fue que nació la idea de Café con Voz, un programa mañanero en el que podías platicar de cualquier tema de interés general. De medio ambiente, de deporte, de cultura, de política, de economía mientras tomábamos un buen café. Entonces el café en la mañana y la voz en la radio fue más o menos lo que le dio el nombre a lo que hoy es Café con Voz.
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El origen del nombre
Ese nombre me lo dio una conserje de un hotel, cuando le pregunté por qué le gustaba escuchar la radio en la mañana, me dijo porque me gusta escuchar las noticias o escuchar música o un cuento mientras me tomo un café.
Le pregunté ¿Y usted ya ha tenido la oportunidad de hablar en la radio alguna vez? No, contestó ella.
¿Y le gustaría escuchar su voz?
Claro. Un café con mi voz sería rico, seguramente, me dice y se puso a reír.
Y ahí fue donde nació Café con Voz como nombre. Esta es la anécdota del nombre del programa.
LPC: ¿Vos ya habías trabajado en radio antes?
LG: Yo había trabajado en radio antes, estuve en Radio Bautista, en la misma Radio Universidad haciendo prácticas e hice una que otra práctica en Radio Sandino, cuando estábamos como estudiante.
No así trabajar directamente como periodista, reportero y demás, en radio no.

Pasión por la prensa escrita
LPC: Entonces has trabajado en radio, prensa escrita, televisión y ahora digamos en contenido digital para redes ¿Cuál de estas especialidades es la más difícil y en cual te quedas vos?
LG: He trabajado en prensa escrita, en televisión, en radio. También he trabajado para agencias de noticias internacionales como EFE y AP y decidirme por alguna de ellas es bien difícil, aunque yo siempre he creído que la prensa escrita es como una pasión que uno no termina de amar.
Yo cada vez que me siento a escribir algo relacionado con noticia, siempre me envuelve un impulso y una sensación particular que no la tengo cuando estoy frente a la cámara, no la tengo cuando estoy frente a un micrófono.
Es una sensación completamente distinta. Y quizás porque ahí fue donde nací como periodista en El Nuevo Diario, allá en 1999. Como periodista me refiero ya formalmente escribiendo y reconociéndome como como alguien que ya estaba trabajando en un medio de comunicación. Pero si me ponen a escoger entre todos pues lógicamente me quedaría con la prensa escrita.
LPC: Luis, dicen que una de las funciones de los medios de comunicación, entre varias, es educar ¿Aporta Café con Voz o Luis Galeano a esta función y de qué manera?
LG: Café con Voz a como te decía hace un rato, ha tratado en la medida de lo posible de ser un medio que le ayude a la gente a entender de alguna manera cualquier fenómeno o cualquier acontecimiento o hecho que tiene que ver con su realidad.
A partir de eso, uno va enseñándole a la gente cómo reaccionar frente a situaciones que a lo mejor tienen que ver con su vida cotidiana.
Ayudar un poco
Frente a un alza de tarifa de algún servicio básico, frente a una violación a una ley o a una norma. Un asesinato, un crimen… son situaciones que se abordan y lo tratamos de hacer de alguna manera, pensando en que la gente se eduque, aprenda a cómo reaccionar o cómo tomar una situación de éstas en particular y saberle hacer frente.
Yo creo que nosotros tratamos de educar a la gente con nuestras visiones, con nuestro lenguaje, con nuestros enfoques. Creemos que sí logramos hacer algo de esto, no en su totalidad, porque no creo que haya un medio que lo logre en plenitud, pero algo hacemos. Nos sentimos afortunados de poder hacer algo como eso.
LPC: Pero, entonces, lo tuyo en definitiva, es la noticia política dura…
LG: No, como te decía hace un rato, Café con Voz nació como un programa de diversidad temática. No somos un programa de política, no nacimos para hablar de política.
Nacimos para hablar de políticas públicas que es diferente. Aunque la política esté envuelta en todo el ambiente y en todas las ámbitos de la vida del ser humano nosotros, de alguna manera, tratamos de hacer un programa variado.
Cuando nacimos en la radio teníamos segmentos de economía, segmentos de tráfico y tiempo.
Hablábamos un poco de farándula, hablábamos un poco de política, de salud, es decir, era un programa variado, que la crisis del año 2018 lógicamente lo sumergió en el tema político y ahí nos hemos mantenido porque la gente ha sentido que nosotros tenemos una particular manera de tratar la realidad del país bastante directa.
Fuerte, fuerte. Si vos querés un tanto confrontativa, pero fue esa realidad la que hizo ese golpe de timón de abril de 2018, que nos hizo meternos más en temas políticos, porque antes tocábamos cualquier tema que tuviese que ver con el interés nacional.

LPC: En redes sociales tenes cientos de miles de seguidores en Facebook, decenas de miles en Twitter y otra decena de miles de suscriptores en Youtube. ¿Por qué crees vos que te siguen?
LG: Si tengo, afortunadamente. Y yo diría que más que afortunadamente, gracias a Dios, miles de seguidores y también miles de suscriptores. Creo que a la gente le ha gustado.
Bueno, primero hubo un vacío que ocurrió cuando el canal fue cerrado. Nosotros salimos al aire como Café con Voz prácticamente en enero 6 o 7 del 2019 y la gente sintió que a través mío estaba vivo también 100 % Noticias.
Y eso generó también una gran cantidad de gente que comenzó a seguir, ya tenía yo una gran cantidad de seguidores en ese momento. Pero lógicamente que sí se aceleró al momento en el que volvemos al aire en enero del 2019.
Cuesta arriba en Youtube
En Youtube nos metimos de cabeza a mediados de ese año, nosotros llegamos a Estados Unidos con solamente tres mil ochocientos o cuatro mil seguidores. Hoy tenemos más de 40 mil.
O sea, un incremento impresionante y creo que tiene que ver con eso, con que la gente apreció el esfuerzo que habíamos hecho antes, sumado con el levantarnos del suelo y no darnos por vencidos y mantenernos dando la batalla independientemente de las circunstancias y de las dificultades que implicaba eso.
Entonces me parece que tiene que ver eso.
LPC: A la vez tenés miles de detractores, que te odian en las redes ¿A qué se debe que te odien?
LG: Los detractores siempre van a existir y sobre todo los que están cercanos al régimen de Daniel Ortega.
Hay gente que te mira simplemente porque le gusta estarse amargando, otros les gusta porque piensan en verdad que lo que digo es lo que ellos sienten, lo que ellos consideran, pero que no lo pueden expresar y otros también lo hacen por masoquismo. Es contradictorio, pero les gusta estar escuchando cosas que no le gustan y eso es decisión de cada quien.
Pero en realidad yo no diría que son personas que deberían realmente importar, porque al final se trata de personas que se ocultan en el anonimato. Muchos de ellos ofenden, amenazan y no tienen otra cosa más que ofrecerte muerte, cárcel, tortura y eso. Pues lógicamente que desnudan el tipo de gente que son.
LPC: Hay quienes señalan que tenés un estilo agresivo, que te burlás de tus adversarios y hasta que faltás al respeto u ofendes a quienes no te gustan y te señalan en redes de antiético ¿Qué podés decir de eso?
LG: Son personas que no tienen ningún tipo de escrúpulo, que los han formado bajo esa mentalidad, bajo esa convicción de que matar y defender a Daniel Ortega y Rosario Murillo es como una religión es morir por Alá o es matar por Alá y Alá va a estar muy complacido con lo que hagás.
Creo que es un fanatismo que pasa todos los límites y yo tengo mis consideraciones sobre ellos, sin darle la importancia que ellos quisieran que tenga.
Para ponerlos a pensar
Me provocan, me dicen, me injurian, me calumnian. Pero como desde que me dijeron en diciembre 2018 que era responsable de la muerte de un número de personas que yo ni me imaginaba, pues entonces ya eso ya no me no me extraña, pero tienen derecho a expresarse. Yo simplemente no les presto atención porque no la merecen de verdad.
Si, el estilo que tengo es así agresivo, me gusta de alguna manera decirle a la gente que valdría la pena que tuviesen un poquito más de conciencia y que analizaran un poco cómo les utilizan, cómo le usan, cómo son prácticamente personas que no tienen autoestima, pues porque yo de verdad me quedo sorprendido de cómo siguen órdenes sin escatimar nada, sin pensarlo, sin preguntarse si es correcto.
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Y entonces cuando vos mira este tipo reacciones, pues no tenés otra cosa más que decirles la verdad que se convierten en zombi, en personas que son como alienígenas, no tienen una conciencia propia y parecieran estar poseídos por un espíritu que les impulsa a actuar sin ningún escrúpulo para asediar, perseguir, espiar, molestar a la gente, para seguir órdenes sin decir pío.
Es decir, se puede sentir ofendido por cómo yo les digo.
No me preocupa si dicen que soy antiético, porque al final yo prefiero ser real y directo antes que estar pensando en que si lo que voy a decir es ético o no, si mi sarcasmo o mi tono sardónico va a rayar con la ética o no.
Lo que estoy tratando es decirles la verdad. Y si eso, decir la verdad pues de alguna manera le va a parecer alguno antiético, pues yo respeto eso. Simplemente para mí lo más importante es que la verdad se sepa y decirles la verdad a las personas, independientemente de la molestia que les pueda provocar.
LPC: También, del otro lado, hay quienes señalan que detrás del periodista agresivo y burlón del poder, hay un hombre altruista con las causas sociales, que has hecho campaña a favor de personas afectadas por los huracanes y la pobreza…
LG: Yo creo que el periodista no puede soslayar las situaciones de necesidad que tiene un pueblo tan, tan sufrido, un pueblo tan empobrecido como el nicaragüense, y cuando hemos tenido la oportunidad como Café con Voz de ayudar, de tender la mano a través de nuestro programa y que la gente confíe en nosotros, pues ahí estamos.
El altruismo creo que todos lo tenemos de alguna manera. Todas las personas que somos buenas, hay personas que no pueden ser altruistas porque son malas y no les luce en ninguna manera tratar de ayudar a los demás. Pero para las personas buenas el altruismo tiene que ver con nuestro ADN, con lo que nos enseñaron nuestros padres, con la educación que te dieron, con lo que te enseñaron como correcto y como paso necesario para ser un buen ser humano.
Su madre como ejemplo
En el caso mío, doña Norma (mi madre) es la referente que tengo desde siempre y ella las veces que pudo en su vida laboral, en su vida social, en su vida como como ser humano le extendió la mano a quien pudo y en la medida que pudo.
Igual mis tíos y por tanto cuando vos tenés esa referencia de vida o ese ejemplo de vida, te nace hacerlo y que bien que podemos hacerlo.
Hemos ayudado a nicas que quedaron varados en Panamá, con el tema del Covid-19. A colegas periodistas también cuando se montó un hablatón para que tuviese un fondo el gremio periodístico independiente (a raíz del Covid-19) y ahora recientemente con los huracanes Eta y Iota que logramos impresionantemente recoger más de 25,000 dólares para ayudar a más de 700 familias en la zona de Río Coco, Waspam y Cabo Gracias a Dios.
Eso es un privilegio realmente poder hacerlo desde la perspectiva del periodista nicaragüense.

LPC: ¿Crees que el periodismo es compatible con las actividades de las causas sociales?
LG: El periodismo es compatible con las causas sociales, porque son las causas sociales y la sociedad el motor del país, el que te impulsa a involucrarte en la búsqueda de cambiar realidades.
O sea, nuestra labor, nuestro trabajo, al final es al servicio de la sociedad, ya sea en lo político, ambiental, cultural, en lo deportivo. El periodista siempre está involucrado en temas relacionados con la sociedad y lo social, por tanto, está ligado indisolublemente a eso.
Empatía por lo social
Pues no veo a un periodista que se involucre en la información sin tener empatía por los temas sociales.
Tiene que haber definitivamente esto, porque si no estamos hablando de alguien que trabaja mecánicamente y que toma el trabajo de informar como un trabajo a destajo y no como un trabajo en el que la parte humana, los sentimientos, las sensaciones, la necesidad, los anhelos, los triunfos, la derrota, las lágrimas y la sonrisa no pueden escapar.
El periodista que no está conectado con eso simplemente no sé cómo hacer una labor como la que es el apostolado del periodismo.
LPC: ¿Cuál es tu meta como periodista a estas alturas del juego, con más de 24 años de carrera? ¿Luis Galeano presidente de Nicaragua?
LG: Yo me río y no para burlarme cuando la gente encuentra en uno la figura a la cual quieren presentar como ejemplo para hacer o ejercer un cargo político, un cargo público. Yo, aspiración política, no tengo ninguna.
A lo que aspiro en este momento es a volver a mi país en el futuro, ejercer mi labor libremente. Volver a tener la oportunidad de hacer periodismo sin amenazas, sin paramilitares, sin policías criminales uniformados amenazándote y agrediendo de manera impune.
Yo anhelo volver a un país en el que haya nicaragüenses con libertad en todos los sentidos y con derechos en todos los sentidos. Que no haya un apartheid entre los que pueden, que son una minoría y los que no pueden que son una enorme mayoría.
Volver, pero libre
Yo aspiro a eso, volver a mí por ahí a hacer periodismo, a ejercer mi labor teniendo la garantía de que no va a ocurrir nada en mi contra. Por decir la verdad, por enrrostrarles a los que utilizan el poder para enriquecerse, en corrupción o utilizan el poder para reprimir para hacer cosas que no están dentro del marco de la ley.
Hacerlo y que como respuesta no venga una amenaza de muerte, una amenaza de cárcel, una amenaza de detención, venga una agresión física o de más. Yo aspiro a eso, no aspiro a ningún cargo.
No me interesa ni el más pequeño ni el más grande, porque al final yo he nacido para ser periodista, sigo peleando por ser periodista y voy a seguirlo siendo en todo el tiempo que pueda, mientras Dios me de vida, se permita y tengamos los espacios para poder de alguna manera ejercer esta labor que es tan hermosa.
LPC: Si un joven te dice ahorita: Don Luis que me recomienda estudiar para ayudar a Nicaragua ¿Qué consejo le darías?
LG: Bueno, es difícil. Yo creo que cualquiera diría que estudie periodismo, pero yo creo que al final es la decisión, la toma cada quien, en relación a su vocación, su personalidad, y su actitud que tiene frente a la vida y frente a lo que quiere hacer.
En Nicaragua faltan muchísimos maestros de calidad, faltan muchísimos médicos comprometidos con el juramento hipocrático. Hemos sido testigos de vilezas como como médicos engavachados de rojinegro y poniéndose al servicio del tirano de turno.
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No aconseja estudiar periodismo en la Nicaragua de hoy
Es decir, necesitamos gente que tenga amor por la profesión real y que haga a un lado toda esta basura política que ha alcanzado niveles inimaginables en relación a profesiones tan importante y de tanto valor humano como el médico.
Yo a la gente le digo no, no estoy en derecho porque ahí no sé cuánta cantidad de abogados en Nicaragua y no hay espacio para tanta gente. Yo pensaría que, en medicina, en temas relacionados con el medio ambiente, economía, por ejemplo.
Lamentablemente, hoy día aconsejarles a muchachos que estudie periodismo, pues estaremos pensando en exponerlos a meterse a una carrera que se ha vuelto más peligrosa.
Pero eso tiene que ver con la vocación de cada uno, con lo que quiere hacer cada uno. Y por eso es que mencionaba que se trata de actitud personal. Pero yo particularmente en este momento no lo recomendaría porque no, no es fácil ejercer nuestra labor hoy por hoy.
LPC: ¿García Márquez o Vargas Llosa?
LG: Yo me quedo con García Márquez, con Cien Años de Soledad, con El amor en los Tiempos del Cólera, con cualquiera de los libros del realismo mágico de Gabo, porque tienen una prosa mucho más, más rica.
Lo siento más, lo disfruto más pensando en Doce Cuentos Peregrinos y cualquiera de las obras que tiene este colombiano que nos marcó la vida a un montón de gente con sus libros.

LPC: ¿Un libro o una película?
LG: Yo prefiero un libro siempre, me parece que es mucho más delicioso ir desmenuzando hoja por hoja una lectura, aunque no soy de los que rechaza una buena película. Creo que las películas basadas en libros no son una buena opción.
Es difícil encontrarte una película que siga la historia de un libro tal cual, y me parece que las que ha habido, si han tenido algo que se parezca, por ejemplo, El Padrino (Mario Puzo), pero yo prefiero siempre desmenuzar un libro.
LPC: ¿Cerveza o café?
LG: En este momento me quedo más con el café y no sólo por Café con Voz, sino porque las cervezas las he las he apartado un poco y prefiero el cafecito por la mañana y el cafecito por la tarde para para poder disfrutar de su sabor, de su amargura, de su dulzura también porque lleva de todo un poco y sobretodo si es café nicaragüense.
LPC: ¿Blancas o negras? En ajedrez.
LG: Bueno, yo prefiero las blancas y esto porque me dan el chance de dar el primer paso.
LPC: ¿Santo Domingo o las Purísimas?
LG: Santo Domingo es un fervor de pueblo increíble pero, lógicamente que las purísimas tienen un sentimiento más cercano a la mamá, la mamá de uno, la mamá de Jesucristo, María, y me quedo definitivamente con las Purísimas.