¿Nombre? Maritza Elizabeth Real Martínez. ¿Edad? 30 años. ¿Causa de muerte? Trauma cráneo encefálico severo. ¿Tipo de muerte? Asesinato atroz. ¿Sospechoso del crimen? “Su pareja de vida. Detenido y bajo investigación”. La reportera anotó en su libreta la causa de muerte y la fecha del hecho: “Le dejaron caer piedra cantera en la cabeza. 22 de abril de 2002”. Cuando retornó a la redacción a redactar la pequeña nota roja, Maryórit Guevara nunca sospechó que ese crimen marcaría para siempre el enfoque de su carrera de periodista.
Y 18 años después, ahora como directora del medio digital La Lupa, siempre está dispuesta a tocar temas de actualidad en sus redes sociales.
Es común ver sus publicaciones en Facebook y Twitter comentando el contexto político y social de Nicaragua, pese a que se encuentra a un poco más de ocho mil kilómetros de distancia de su tierra natal.
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Es madre soltera y férrea defensora de los derechos de las mujeres. Su primera cobertura en el diario La Prensa, fue el femicidio antes narrado, que marcó su historia y la llevó a este camino de ardorosa defensa de los derechos de la mujer.
En sus 20 años de trayectoria, se ha destacado laborando en medios de comunicación tradicionales como La Prensa, El Nuevo Diario, Periódico Hoy y en las organizaciones Internacionales ActionAid, Terra Nuova e ICW Latina.
No tenía “ni idea” que iba a estudiar periodismo
Maryórit relata que al salir de la secundaria inicialmente no tenía intenciones de estudiar periodismo, sino que fue a raíz de la sugerencia de una de sus hermanas que emprendió la aventura de la comunicación y se matriculó en la Universidad Centroamericana (UCA), donde fue becada.
“Mi hermana dijo que yo tenía aptitud para ser abogada o para ser periodista. Fui a matricularme y quedé en Comunicación Social”, recordó Maryórit con una breve sonrisa de satisfacción.
Ya iniciada la carrera, Guevara comenta que su visión era hacer periodismo para informar a la población sobre la defensa de sus derechos y luchar contra las injusticias sociales en Nicaragua.
Dos meses antes de concluir sus estudios hizo prácticas profesionales en Canal 8 de Televisión (TN8), cuando su propietario era el ya fallecido empresario Carlos Briceño Lovo.
“Estuve dos meses, pero me despidieron. Fue mi primer trabajo y mi primera corrida”, recordó Maryórit entre risas.
Uno de sus sueños al concluir la carrera fue laborar en el diario La Prensa, el medio más antiguo de Nicaragua. Su anhelo se hizo realidad y cuenta que pocas semanas después de haber defendido su monografía y aun con “su mochila universitaria al hombro”, logró una oportunidad laboral.

La Prensa como escuela
“Yo siempre quise escribir en el diario La Prensa porque era el medio con mayor trayectoria y mayor profesionalismo. Para mí, que estaba tan jovencita, saliendo a los 21 años de la universidad, me parecía magnánimo. Así fue como comencé a trabajar en prensa escrita”, expresó.
Por su experiencia en el rotativo, considera que el diario es una gran escuela en la que se puede aprender mucho, ya que el periodismo escrito es la “matriz” para el resto de formatos que existen.
“Todos los periodistas, si alguna vez se nos da la oportunidad de hacer periodismo escrito, debemos hacerlo”, recomendó.
Casualmente, la primera noticia que le correspondió cubrir fue la de un femicidio, en una época en la que aún no se tipificaban los asesinatos a las mujeres con ese término.
Escribir la muerte
Con una mirada nostálgica recordó aquél caso que marcó su trayectoria: una mujer que fue asesinada por su pareja, quien le dejó caer una piedra cantera en la cabeza en el municipio de Tipitapa, Managua.
A partir de esa cobertura, inició una carrera periodística de nueve años en ese medio y fue ubicada en el área de Sucesos, en la que asegura, se aprende mucho si se le ofrece al público análisis sobre las causas y consecuencias de los hechos de la nota roja.
“El periodismo se debe hacer en las calles. Hay que hablar con la gente para saber qué es lo que realmente está sucediendo y qué temas les está afectando”, añadió.
Su lucha por los derechos humanos y de la diversidad sexual
Su peregrinar en la lucha por los derechos de las mujeres y la diversidad sexual tomó mayor fuerza cuando se retiró del diario La Prensa e inició a trabajar en el programa “Ajá” en Canal 2, en el que realizaban campañas para luchar contra la violencia hacia la mujer y la homofobia.
“Andamos pidiendo firmas para que se declare un día nacional contra la homofobia”, se escucha decir a Maryórit en un video de “Ajá” que aún permanece en YouTube.
Con una mirada nostálgica, recordó que “el pensar fuera de la caja” y crear cosas diferentes que marcasen el producto comunicacional fue una de las mayores experiencias que pudo adquirir bajo la dirección del periodista y fotógrafo holandés Stef Biemans.
Después de un año trabajando en “Ajá”, inició como oficial de comunicación en organismos internacionales de defensa de los derechos de las mujeres, cargo que le permitió viajar a varias naciones y poner a prueba todos sus conocimientos en diversas áreas de la comunicación.

De Managua a Tanzania
“Pude viajar hasta a Tanzania… ¡En mi vida me había imaginado que iba a poder ir a África! (…) Pero después hice varias consultorías en temas de comunicación y defensa de los derechos de las mujeres”, recordó.
No obstante, considera que en Nicaragua aún queda mucho por hacer en el tema de defensa de los derechos de las mujeres, debido al contexto de la represión desatada desde el 2018 por parte del régimen del dictador Daniel Ortega.
“Las mujeres están en más indefensión y más expuestas. Sabemos que el respeto de los derechos de las mujeres es una responsabilidad personal de cada hombre, pero también lo es del Estado como tal. Y esa responsabilidad, no la ha asumido nadie. Callan”, expresó.
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Uno de sus grandes proyectos en la defensa de los derechos de las mujeres ha sido “El Blog de Tu Madre”, un sitio web fundado en 2015 por ella y la periodista y publicista Mariana Rivas, ambas madres solteras.
Guevara explicó que el espacio surgió con la idea de hacer una “catarsis” y revelar las tensiones ocultas de lo que implica ser madre soltera
“El Blog de Tu Madre” ha recibido varios reconocimientos, entre ellos el Premio a la Innovación Digital por las Libertades Públicas en la categoría de video, otorgado por la Fundación Violeta Barrios de Chamorro en mayo del 2017.
El exilio forzado
A raíz del estallido de la crisis sociopolítica, en abril del 2018 y debido al contexto de persecución gubernamental a los medios y periodistas independientes, se vio obligada a exiliarse en España, junto a su hijo Dante y su pareja, el periodista y productor audiovisual Yordán Somarriba.
Aunque no estaba laborando para ningún medio de comunicación, más que colaborando ligeramente al digital “Artículo 66” en el segmento crítico y mordaz denominado La Tajona, participó en las protestas que estallaron en 2018 como activista y defensora de los derechos de las mujeres y de los periodistas.
Ello le valió para que los troles del régimen desataran una campaña misógina y agresiva en su contra, amenazándola de muerte junto a su familia y profiriendo insultos de índole sexual y políticos. Por ello se exilió.
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Así nació La Lupa
Ella no concebía estar desde el exilio sólo viendo pasivamente la situación de Nicaragua. “Había que hacer algo y a partir de eso decidimos crear La Lupa”, relata.
“Nos regalaron el logo y la página de Facebook. Decidimos crear un espacio en ese momento con la intención de informar, porque estamos conscientes que los medios independientes, aun con todos los esfuerzos que hacen, tienen una lucha bastante dura frente a la batería de medios que tiene el régimen (de Daniel Ortega)”, dijo.
En medio de los recuerdos sobre los orígenes de La Lupa, aseguró que es la primera vez que dirige un proyecto como este y que el medio sufrió un cambio en su línea editorial, enfocándose ahora más en la defensa a los derechos de las mujeres.
“La Lupa es más formal. En el Blog de tu madre yo pongo lo que me da la gana o lo que me sale del hígado, pero en La Lupa no. Además, estamos tratando de informar con un enfoque de derechos humanos y perspectiva de género, más que seguir contribuyendo con la polarización”, explicó.

Esperanzas en un futuro mejor
Aun en el exilio, tiene esperanzas de volver algún día a una nueva Nicaragua, pero a la vez, considera que hay grandes retos para la ciudadanía y los periodistas independientes, principalmente, por el deterioro de la institucionalidad y la crisis económica.
Como consejo, llamó a los medios independientes a tener cuidado para no reproducir las «Fake News» que a su criterio, se generan mayoritariamente desde el aparato gubernamental para desacreditar al periodismo no oficialista.
“Estar en el exilio y sostener un medio no es fácil porque tenés cambios de horarios y también tenés que darle de comer a los tuyos y solo por amor al periodismo uno no puede vivir tampoco. Hay que reconocer el esfuerzo de las y los periodistas nicaragüenses en medio de esta crisis que puede durar muchísimos años, pero resistimos; hacemos periodismo en resistencia», concluyó Maryórit.