El periódico El Faro, de El Salvador, es uno de los primeros medios digitales en Latinoamérica y como tal un espacio pionero para la creación y difusión del periodismo de investigación a nivel centroamericano. Ahora pasa sus peores momentos ante el ataque frontal del gobierno de Nayib Bukele, un presidente intolerante a la crítica periodística.
La prestigiosa trayectoria de este medio de comunicación le ha hecho ganador de múltiples premios de excelencia periodística, sin embargo su riguroso trabajo también lo ha conducido a convertirse en blanco de una serie de ataques a la libertad de prensa.
El último de ellos terminó con la expulsión del periodista mexicano Daniel Lizárraga quien fungía como editor de El Faro desde el pasado enero.
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“Una forma más de acoso”
“Invitamos en El Faro a un periodista extraordinario: Daniel Lizárraga, maestro de la Fundación Gabo, reconocido por sus investigaciones contra la corrupción… Tramitábamos el permiso de trabajo del periodista Daniel Lizárraga y ayer (martes 6 de julio) se han presentado agentes del Gobierno a casa a notificarle que tiene cinco días para abandonar El Salvador y que su permiso ha sido denegado porque no ha podido demostrar que es periodista”, describió Carlos Dada, director de El Faro, en una transmisión en línea con Casa América Catalunya.
“Lizárraga, uno de los periodistas más destacados de América Latina no ha podido demostrar que es periodista, según el Gobierno salvadoreño. Consideramos esto una forma más de acoso contra nosotros y un intento más por limitar nuestro ejercicio periodístico”, denunció el director del medio digital.

“Acoso sistémico”
El Faro señaló que la expulsión de Lizárraga “se enmarca en el acoso sistemático que El Faro y periodistas y medios independientes enfrentan en El Salvador, desde la llegada de Nayib Bukele a la presidencia”.
En realidad, la redacción de El Faro ha sido objeto de investigaciones por parte del Ministerio de Hacienda desde el 2020, ya que el citado ente señala al medio por delitos relacionados al lavado de dinero y evasión de impuestos.
Por su parte la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) otorgó a inicios de febrero medidas cautelares de protección a favor de 34 integrantes de El Faro por concluir que “estarían siendo objeto de hostigamiento, amenazas, intimidaciones y estigmatización”.
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Un clima hostil
Luego que el Gobierno salvadoreño dictara el plazo de cinco días para que Lizárraga abandonara el país, se creó un clima hostil contra la prensa general que ha causado el reclamo de organizaciones como la Sociedad Interamericana de Prensa y la Fundación Gabo.
Esta última lamentó la salida de Lizárraga y mostró su solidaridad con el periodista mexicano y el equipo del medio digital El Faro.
“Con este tipo de acciones se busca hostigar a periodistas y medios independientes. Se trata de enviar un mensaje alto y claro de que el gobierno no está dispuesto a ser cuestionado”, declaró por su parte Carlos Jornet, presidente de la Comisión de Libertad de Prensa e Información de la SIP.

“Vamos a seguir ofreciendo la mejor información posible”
El suceso catalogado como una violación a la libertad de prensa desembocó en la salida de Lizárraga de El Salvador, hoy 8 de julio en un vuelo a las 12:15 del mediodía.
Al llegar al Aeropuerto Internacional el periodista mexicano dijo: “estoy cumpliendo en tiempo y en forma el plazo que me dio el Gobierno del presidente Bukele para abandonar el país… Parece que en el Gobierno salvadoreño están dispuestos a todo, pero deben saber que no nos van a callar, no vamos a dejar de publicar, vamos a seguir ofreciendo la mejor información posible, con todo el rigor posible para informar a esta sociedad como se merece”, precisó el periodista.