Miguel Gil Moreno dejó una vida tranquila para reportar los peores conflictos bélicos del mundo. Gil (1967, Barcelona) era abogado y renunció a un prestigioso despacho para convertirse en corresponsal de guerra.
Bosnia, Kosovo, Congo, Liberia, Ruanda, Sudán, Chechenia y Sierra Leona, son algunos de los territorios desde donde Gil reportó.
Su carrera en el periodismo comenzó en 1993, cuando a bordo de su moto partió a Bosnia, lugar donde reportaría para El Mundo y Cadena Ser.
Posteriormente se convirtió en colaborador de la reconocida agencia Associated Press. Las imágenes filmadas por Gil fueron reproducidas en unos 450 canales de televisión a nivel mundial, declaró en su última entrevista brindada a la Cadena Ser en febrero del 2000.
Siempre le interesó el periodismo
“No tengo un concepto muy claro de por qué lo hice”, afirmó Gil en referencia a dedicar su vida al periodismo, sin embargo, en la misma entrevista para la Cadena Ser afirmó que antes de ser periodistas veía los videos de la guerra en Bosnia y eso lo trastocó.
Además, desde su adolescencia leía libros sobre periodismo y las historias de la prensa llamaban su atención.
Convertirse en un periodista con la calidad de Gil, no es un proceso sencillo. El reportero primero fue conductor y ayudante de periodistas.
Gracias al apoyo del periodista Mike Sposito aprendió a manejar la cámara y con el tiempo se convirtió en un reconocido reportero de guerra, filmando conflictos alrededor del mundo.
“Vives donde quiera que hay una historia”, comentó Gil a la Cadena Ser.
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“Al pie del cañón”
El trabajo de Gil es de la poca evidencia audiovisual de algunos conflictos bélicos. Durante la guerra en Congo y Kosovo, el reportero fue de los últimos en quedarse después de que sacaran a la prensa de esos países.
Incluso fue de los tres periodistas occidentales que entraron a Grozny, Chechenia, en medio de los bombardeos rusos.
También fue el único periodista occidental presente durante la ofensiva de la OTAN contra el ejército yugoslavo en 1999.
“Hay historias donde lo más peligroso no es arriesgar la vida por contarlas, sino dejar de filmarlas”, escribió Gil en su diario personal.
Un periodista con vocación de servicio
“Este chico quería ayudar tanto… Era un tipo que hubiese corrido y corrido para ayudar a alguien a quien hubiesen disparado”, detalla Sposito en un relato dedicado a Gil.
Desde sus tiempos de abogado priorizaba los casos en que pudiera servir a quienes más lo necesitaran.
Como periodista, Gil “sabía preocuparse de la gente y jamás dejaba tirado a un compañero”, escribió su amigo Alfonso Rojo en un artículo para El Mundo.
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La emboscada que le arrebató la vida
Gil cubría la guerra civil en Sierra Leona, un conflicto iniciado incluso antes que su carrera periodística, donde perdió la vida.
El 24 de mayo de 2000, casi un mes antes de su cumpleaños número 33, el convoy en que Gil viajaba fue atacado; él y Kurt Schrok, de la agencia Reuters murieron durante el ataque.
Desde 1999 hasta la muerte de Gil, unos 14 periodistas fueron asesinados mientras daban cobertura a ese mismo conflicto.
Gil Moreno era querido en el gremio periodístico
Aunque su carrera periodística duró siete años, Gil se convirtió en un reconocido reportero de guerra muy estimando y respetado entre sus colegas.
En diversas entrevistas, sus compañeros coinciden en que era un hombre entregado a su trabajo y que miraba el sufrimiento con empatía.
El reportero ganó el aprecio y respeto de periodistas veteranos, pues a pesar de su corta carrera, demostró profesionalismo y ganas de aprender.
De acuerdo con Sposito, Gil siempre procuraba estar cerca de la noticia, sin dejar a un lado todos los protocolos de seguridad.
Al morir, su familia recibió mensajes de reporteros desde diferentes lugares del mundo, como Reino Unido, Estados Unidos, África y Turquía.
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Premios recibidos por Gil Moreno
En vida, la labor periodística de Gil fue premiada en dos ocasiones:
1998 – Premio Periodístico Rory Peck por su labor informativa.
2000 – Royal Television Society, al mejor cámara y productor.
Después de su muerte le otorgaron reconocimientos como el Mohamed Awin Award, Premio Luka Brajnovic y el Premio Nacional de Periodismo Pedro Antonio de Alarcón de Guadix.
Una fundación en memoria a Miguel Gil Moreno
La familia de Gil creó en 2002, la Fundación Miguel Gil Moreno, que estuvo activa hasta 2018. A través del proyecto apoyaron a corresponsales de guerra con el préstamo de equipos de seguridad.
Por otra parte, ayudaron a personas en Costa de Marfil y Sierra Leona, también proporcionaron víveres a familias españolas.
En su memoria, 70 reporteros se reunieron para escribir “Los ojos de la guerra”, un libro que resume el trabajo y anécdotas periodísticas de Gil.
Con el dinero recogido por su venta, por medio de la fundación se otorgó hasta 2018 el Premio Miguel Gil Moreno.
Entre los ganadores destacan periodistas como Laurent Van der Stockt y Ryszard Kapuscinsky.