Objetividad periodística es un concepto que para algunos define el buen periodismo y para otros es una utopía que suelen despreciar con una frase lapidaria: “no existe la objetividad”.
Alrededor de la objetividad periodística hay amplio debate desde el origen mismo del oficio.
Con recurrencia periodistas y catedráticos discuten sobre el tema, mientras las audiencias, a veces sin saber a fondo el tema, exigen un periodismo más objetivo.
La Real Academia Española define la palabra “objetivo” como “perteneciente o relativo al objeto en sí mismo, con independencia de la manera de pensar y sentir”; además lo puntualiza con simpleza como una lejanía: “desinteresado, desapasionado”.
El periodismo, como todas las actividades profesionales, lo realizan personas que naturalmente piensan y sienten, por lo que la objetividad como concepto periodístico dista de la pureza de la teoría: en tanto somos humanos, no somos objetivos.
Sin embargo, es importante tomar en cuenta que un fundamento periodístico, que alude a la objetividad, es la rigurosidad y la capacidad de respaldar con evidencias lo dicho en una publicación.
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“La objetividad total es imposible”
El reconocido periodista colombiano Javier Darío Restrepo (q.e.p.d), en diversas ocasiones respondió preguntas sobre objetividad periodística a través del Consultorio Ético de la Fundación Gabo.
Solía expresar que “la objetividad total es imposible” y explicaba que “es pretencioso creer que uno puede ser objetivo”.
Detallaba entonces que la clave para ejercer periodismo con objetividad estaba, está, en la “honestidad”.
“Cabe esperar del periodista, en cambio, que sea honesto, es decir, que comunique la totalidad de lo que conoce, que no oculte los hechos o parte de ellos por interés, miedo o negligencia, que no desfigure los hechos magnificándolos, reduciéndolos o trivializándolos y que siempre ponga al servicio de ese conocimiento lo mejor de sí mismo y de los instrumentos que la profesión le ofrece para investigar y comunicar lo investigado”.
Javier Darío Restrepo
Restrepo hacía énfasis en que, desde la práctica, los periodistas deben centrar la atención en “controlar su subjetividad”, además de presentar los hechos de “la forma más completa”.
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Aproximarse a la verdad
Para el periodista Guillermo Cortés, decir que la objetividad no existe “es una idea simplista”.
A su criterio, el periodismo es objetivo cuando se “aproxima a la verdad” de los hechos.
Por otra parte, explica que una información objetiva es “una noticia cierta, que se corresponda con lo fundamental de lo sucedido”.
Cortés explica que consultar a pocas fuentes resta proximidad a la realidad de la información. El periodista considera que entre menos fuentes incluidas hay menor posibilidad de “llegar al fondo de los conocimientos”.

Los periodistas como individuos
Por medio del Consultorio Ético, Restrepo comentaba que el periodista debe tener conciencia de que “sus verdades son incompletas y provisionales”.
Además, enfatizaba que debido a la naturaleza humana y de los hechos es primordial un “intenso empeño profesional para abarcar tanto el hecho como el proceso dentro del que se da”.
De igual forma, abordaba sobre la necesidad de “humildad” como un acto compromiso profesional para reconocer que “el periodista no es una última ni definitiva palabra sobre los hechos”.
“Nosotros como periodistas y comunicadores no somos una máquina que puedan reflejar mecánicamente lo que sucede”, argumenta Cortés.
Para él, al momento de hacer las comparaciones, análisis y exponer la información, es relevante basarse en fuentes y hechos que permitan rigor en los datos presentados.
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El uso del lenguaje
El periodismo permite usar diversos géneros para contar lo que sucede. Hay algunos como la crónica o el reportaje, que debido al lenguaje literario o libertad creativa dejan las puertas abiertas para la subjetividad en cuanto a incluir en los relatos visiones personales de los hechos.
Es entonces cuando se debe estar alerta.
Al usar adjetivos, el orden y contexto en que son empleados debe ser cuestionado por los mismos periodistas, como un ejercicio ético, pues podría influir en el análisis que hacen las audiencias.
No se trata de limitar las palabras, sino más bien de proteger los textos del vocabulario que se puedan prestar a interpretaciones sin sustento alguno.
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Cuidado con los sesgos
Desde la Red Ética de la Fundación Gabo se escribió un artículo titulado “Seis sesgos que afectan la objetividad de un periodista”.
El texto está basado en lo planteado por el crítico de medios y columnista de The New York Times, David Leonhardt.
Leonhardt aborda la existencia de un “sesgo centrista”, que ocurre con la exclusión de “las opiniones políticas más extremas”.
Por otra parte, explica que la riqueza también es motivo de sesgo, y hace referencia a la posición económica de los mismos periodistas e incluso la de sus amistades antes hechos noticiosos que deben cubrir.

Ideología, un sesgo peligroso para el periodismo
El columnista de The New York Times advierte también sobre lo “nuevo”, ya que en busca de la novedad hay tendencia a ignorar noticias de importancia e interés colectivo.
“Los mismos sesgos que afligen al resto de la sociedad”, es su cuarto planteamiento y argumenta que, desde el sexismo hasta el racismo, hay prejuicios de la sociedad que han alcanzado al periodismo.
Por último, hace referencia al sesgo conservador y liberal, detalla y ejemplifica específicamente que, en Estados Unidos, los medios de comunicación se inclinen políticamente a una ideología acorde con los principios o creencias políticas y sociales para enfocar noticias con ese sesgo.
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Mantener la rigurosidad
La existencia de la objetividad como tal es un tema de amplia discusión, sin embargo, está claro que el deber del periodista radica en presentar hechos apegados a la rigurosidad propia del oficio.
Por esto Literal Periodismo Ciudadano te presenta algunos consejos para hacer periodismo con rigor:
- Consultar diversas fuentes: es importante citar varias fuentes que presenten distintas perspectivas del tema abordado.
- La información debe ser constatable: todo dato o afirmación expuesta en un trabajo periodístico debe estar sustentado con evidencia que permita su verificación.
- No emitir juicios de valor: es natural que los periodistas tengan opiniones personales, sin embargo, juzgar y opinar sin sustento ni información constatable, reta confiabilidad a los hechos.
- Dar seguimiento a la noticia: muchas veces los hechos tienen un proceso que no puede ser cubierto en una sola nota, por eso es fundamental ampliar y corregir la información si es necesario.
- Apelar a los principios éticos: ¿Esto que digo en la nota contribuye a explicar la noticia o enjuicia, denosta, humilla o revictimiza a una persona cuya inocencia o responsabilidad no está muy clara en los hechos a publicarse?