La crónica periodística tiene sus orígenes a finales del siglo XIX y comienzos del siglo XX. Esta forma de contar historias proviene de la crónica literaria, la cual a diferencia de la periodística, se basa en la ficción: historas creadas en la mente, con mundos imaginarios y personajes no reales.
Grandes exponentes de la literatura también fueron periodistas y usaron la crónica como recurso periodístico.
Por ejemplo Rubén Darío y José Martí: fueron poetas,escritores y cronistas por excelencia en el ejercicio del periodismo.
La crónica en Latinoamérica tiene sus orígenes en la conquista. Los colonizadores hacían diarios de viajes que les permitían llevar un registro de todo lo que iban descubriendo y conociendo.
La crónica en Latinoamérica
Gracias a la recopilación de distintas crónicas de la época, podemos tener una visión de cómo era el mundo indígena.
Estos textos describían desde la perspectiva de los conquistadores, tanto el entorno geográfico como las formas de vida y los acontecimientos del choque cultural.
“El termino crónicas se usaba ya desde los comienzos de la literatura hispanoamericana”, explica Susana Rotker en su libro La Invención de la Crónica, que en 1991 ganó el premio Casa de las Américas a mejor ensayo literario .
Un ejemplo de este ejercicio es el conocido como Los Cronistas de Indias, que es como se la denominaba en Europa al continente colonizado. El ejercicio, sin embargo, no contemplaba la inmediatez ni el rigor del periodismo moderno.
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Los escritores y la crónica periodística
Como señala la historia, el periodismo fue para muchos escritores una forma de subsistencia económica.
Desde Rubén Darío, José Martí hasta Mario Vargas Llosa y Gabriel García Márquez, son algunos escritores de renombre que también tienen trayectoria periodística.
La conexión de los escritores con el periodismo, explica el surgimiento de la crónica como género periodístico.
“El autor quiere seguir haciendo uso de su creatividad y originalidad, propias de la literatura, pero a la vez debe proporcionar un texto atractivo, con cierta objetividad propia de la noticia” explica el estudio “La crónica modernista en Tierras solares, de Rubén Darío”, realizado por el investigador Jaime Puig Guisado para la Universidad de Sevilla.
Según Puig Guisado, en un primer momento, la crónica dentro del periodismo se convierte en un “salvamento económico para el poeta sin traicionar demasiado sus ideales esteticistas bohemios”.
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Las crónicas de Martí y Darío
Martí y Darío, ambos modernistas y practicantes del periodismo, escribieron crónicas en diversos diarios y revistas de América y Europa.
Según la investigación de Rotker, las crónicas de Martí representan la mitad de su obra literaria.
De las crónicas de Martí destacan el uso de “la analogía, el simbolismo, el impresionismo, el expresionismo y musicalidad”.
En el caso de Darío sus crónicas estaban relacionadas con sus viajes.
Desde Europa contaba a través del diario La Nación de Argentina, la vida en España, desde eventos sociales, culturales hasta políticos.
La crónica y el Modernismo
El Modernismo estuvo ligado a los cambios sociopolíticos que estaban sucediendo en Latinoamérica.
A finales del siglo XIX se estaba abriendo paso la “modernización” en nuestro continente, esto en referencia a la industrialización.
Como explica Rotker, “ser moderno significaba un medio ambiente novedoso”, en el que destacaban además de las maquinarias, el poder tener “periódicos diarios”.
Según la autora estos cambios supusieron variaciones en las formas de escribir y los contenidos de los textos.
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Nuevos cronistas de Indias
Detalla Rotker que en este contexto surge para los autores latinoamericanos “un deseo de conciliar contradicciones y los fragmentos de la realidad, un deseo de novedad”.
Es así como, según la investigadora, la “autonomía literaria modernista aportó una ruptura con el sistema de escritura tradicional”, siendo la crónica “una ruptura por sí misma”.
“Antes de lo moderno y lo posmoderno existió el modernismo y existieron los modernistas, que fueron periodistas además de poetas”, señaló el escritor nicaragüense Sergio Ramírez, en ocasión del encuentro “Nuevos Cronistas de Indias”, en el año 2012.
El escritor comentó que durante el modernismo, “el periodismo vivía su mejor momento porque la crónica era su pieza fundamental y más visible”.
La crónica periodística en el tiempo
Aunque el movimiento modernista terminó en 1917, la crónica periodística ha evolucionado hasta nuestros días.
Ahora el periodismo a través de crónica aborda temas como la migración, la corrupción o el abuso de poder.
Entre algunas crónicas periodísticas destacadas podemos mencionar, “El relato de un náufrago” de Gabriel García Márquez.
Esta crónica fue publicada en varias entregas en el diario colombiano El Espectador;} narra la historia de un marinero que cayó de un buque y naufragó durante diez días. Estex texto se convirtió después en una novela.
En 2009 el periodista Martín Caparros publicó la crónica “El sí de los niños”, por medio de la cual cuenta y denuncia cómo se da la prostitución infantil en Sri Lanka, en la India.
Por otra parte, por medio de la crónica se siguen narrando eventos sociales, deportivos y se usa como recurso para llevar al lector a imaginar contextos lejanos a su realidad.
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El Nuevo Periodismo
La crónica fue para muchos el antecedente que daría pie en 1960 al nacimiento de el “Nuevo Periodismo”.
Esta nueva corriente o forma contar historias comenzó en Estados Unidos y los pioneros fueron Tom Wolfe autor del libro “El Nuevo Periodismo” y Truman Capote, autor de “A sangre fría”.
El Nuevo periodismo consiste en contar lo sucedido de una forma más detallada, la noticia ya no se cuenta en pocas palabras. Los olores, los colores y los detalles cobran protagonismo en esta narrativa periodística.
Sin perder la veracidad periodística, el nuevo periodismo retoma muchos elementos de la crónica y el reportaje, dando lugar al periodista no solo como narrador, sino como participe de los hechos.