En la actualidad, no solo los medios de tradicionales y los profesionales de la comunicación se encargan de informar sobre los acontecimientos que a diario ocurren en las comunidades o barrios; los periodistas ciudadanos también aportan en la construcción de las noticias, sobre todo cuando estas se dan en las zonas más alejadas.
“Aquí nos damos cuenta de lo que acontece en el país porque mis nietos tienen celulares y me enseñan videos y fotos de lo que viven ustedes en la ciudad”, dice una ciudadana de 56 años residente en una comarca de San Pedro del Norte que por sus seguridad llamaremos Rebeca.
Ella agrega “igual cuándo aquí asesinan a los campesinos, roban ganado o por ejemplo durante las protestas de abril (refiriéndose a la crisis sociopolítica 2018) la gente graba y manda las fotos a las radios, lo canales o las suben a internet y así es que luego salen en las noticias”, expresa la ciudadana.
Y es que muchas de las situaciones que ocurren en las comarcas y barrios más alejados del país son dadas a conocer por los mismos ciudadanos que teléfono en mano narran los acontecimientos.
Las noticias ciudadanas y la verificación
Para algunos expertos, el auge del periodismo ciudadano es alentado por el avance de la tecnología y las redes sociales lo cual lleva a la pregunta de rigor ¿entonces los ciudadanos están suplantado a los periodistas profesionales?
La respuesta es “no”, los profesionales de la comunicación se encargan de comprobar que los datos expuestos en un reporte ciudadano sean verídicos, además busca otras fuentes que puedan brindar explicación sobre el hecho y en el mejor de los casos soluciones.
Hazell Flores, comunicadora social nicaragüense señala que los periodistas y comunicadores profesionales cumplen una función muy importante, porque tienen que ser como un filtro. “En este punto entra en juego la verificación” enfatizó.
En ese sentido, el periodista Octavio Enríquez refiere que cada día se necesita que te cuenten y te expliquen lo que pasa. Hay mucha información en las redes, el manejo profesional garantiza-o debería- que la información sea útil para el ciudadano y te dé confianza.
Lamentó que muchas de las informaciones que circulan en las redes, por muy buen voluntad que tengan las personas que las divulgan a veces no son reales o son imprecisas.
A criterio de Flores, el principal reto del periodismo ciudadano está relacionado al rigor de la información, tomando en cuenta los principios básicos del periodismo en sí, que debe estar centrado en la veracidad, tomando en cuenta también que el periodismo tiene una función básica de educar a la población.
No es un tema nuevo
Enríquez rememora, que el trabajo del periodista profesional frente al periodismo ciudadano tiene años de estar en cuestión, pues nació cuando la radio aceptaba colaboraciones de personas que no necesariamente eran periodistas y que revelaban notas de suceso o situaciones por el estilo.
Añadió que siempre ha sostenido que el periodismo como tal es un acto de servicio, pero para que pueda alcanzar un nivel de utilidad mayor se necesita que ese servicio tenga criterios y cánones que se cumplan.
“Debe responder fielmente a la información, debe ser sustentada y perfectamente verificable y además te la deben saber contar”, aconseja Enríquez.
Enfatizó que estas son las tres claves que hacen que una información profesional se distinga de una información que no lo es.
El aporte de los ciudadanos es necesario
Flores detalló que en los últimos años el periodismo ciudadano “ha venido haciéndose no sólo más notable, sino también necesario en la medida en que países como el nuestro (Nicaragua), donde los medios tradicionales están perdiendo espacio por las situaciones adversas que han atravesado a lo largo del tiempo, a la par de las personas también se van transformando los medios para informarse.”
“La denuncia ciudadana es vital para que otros pobladores que quizás no tienen acceso a medios tradicionales o que han cambiado la forma en que se informan puedan obtener noticias, cada vez más en tiempo real”, recalca la comunicadora.
Según Enríquez, aunque es importante, en el ecosistema digital se debe tener cuidado con la información falsa, pero consideró justo reconocer que fueron los ciudadanos los que en 2018, durante la crisis sociopolítica rompieron el secretismo del gobierno al denunciar los abusos de derechos humanos y lo más importante documentarlos.
Pero siempre hizo falta el trabajo del periodista que para publicar debió verificar. Esa tarea es una de las esencias del oficio y ese profesionalismo hace diferente el contenido del resto que circula en la red.