Es 3 de mayo de 2020 y en el mundo se celebra el Día Mundial de la Libertad de Prensa, pero en Nicaragua la opinión general de la mayoría de medios independientes y organizaciones de derechos humanos es que no hay nada que celebrar.
Literal Periodismo Ciudadano analiza con algunos expertos en periodismo y comunicación la situación de las violaciones a la libertad de prensa en Nicaragua y el origen de la fecha mundial de esta celebración.
Origen del Día Mundial de la Libertad de Prensa
Sobre esta fecha nos recuerda el origen y el contexto el periodista y escritor Gonzalo Norori, ex director de la Carrera de Comunicación de la Universidad Centroamericana, quien nos explica el motivo conforme a la visión de UNESCO (Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura): el 3 de mayo es una fecha en la que se celebran los principios fundamentales de la libertad de prensa.
“El año 1993, las Naciones Unidas decidieron establecer el tres de mayo como el día mundial de la libertad de expresión que con el pasar de los años se ha entendido como el día de la libertad de prensa. En el actual entorno pandémico, este derecho de recibir información sobre el problema y expresar lo que cada persona siente, se convierte en un tema de primer orden”, dice Norori.
El Día Mundial de la Libertad de Prensa se proclamó por la Asamblea General de las Naciones Unidas en 1993, en cumplimiento de una recomendación aprobada en la 26ª reunión de la Conferencia General de la UNESCO en 1991.
Esto, a su vez, fue una respuesta a un llamamiento de los periodistas africanos que en 1991 elaboraron la histórica Declaración de Windhoek sobre el pluralismo y la independencia de los medios de comunicación que definió la base teórica de estas libertades y que la UNESCO retomó para proclamar este día: “La libertad de prensa y la libertad de expresión constituyen el núcleo del mandato de la UNESCO. La UNESCO considera que estas libertades permiten el entendimiento mutuo para construir una paz sostenible”.

Una fecha para recordar
La fecha sirve de ocasión para informar a los ciudadanos de las violaciones de la libertad de prensa, un recordatorio de que en docenas de países de todo el mundo las publicaciones son censuradas, multadas, suspendidas y clausuradas, mientras que los periodistas, editores y editores son acosados, atacados, detenidos e incluso asesinados.
Es una fecha para fomentar y desarrollar iniciativas en favor de la libertad de prensa y para evaluar el estado de la libertad de prensa en todo el mundo, dice UNESCO, quien retoma de la Declaración Universal de Derechos Humanos el artículo 19 que cita textualmente:
“Todo individuo tiene derecho a la libertad de opinión y de expresión; este derecho incluye el de no ser molestado a causa de sus opiniones, el de investigar y recibir informaciones y opiniones, y el de difundirlas, sin limitación de fronteras, por cualquier medio de expresión”.
“El 3 de mayo sirve para recordar a los gobiernos la necesidad de respetar su compromiso con la libertad de prensa y es también un día de reflexión entre los profesionales de los medios de comunicación sobre cuestiones relacionadas con la libertad de prensa y la ética profesional. Igualmente importante, el Día Mundial de la Libertad de Prensa es un día de apoyo a los medios de comunicación que son objeto de la restricción o la abolición de la libertad de prensa. También es un día de recuerdo para los periodistas que perdieron la vida en la búsqueda de una historia”.

Análisis de la libertad de prensa en Nicaragua
Literal consultó a tres expertos en periodismo, comunicación e información sobre este derecho internacional en Nicaragua.
A Guillermo Rothschuh Villanueva, periodista, escritor y comunicólogo, se le preguntó: ¿A su criterio qué es libertad de prensa plena y esta exista y en qué condiciones en Nicaragua?
“Los años me han enseñado que la libertad de prensa es una condición sine qua non para la existencia de la democracia. Sin libertad de prensa la democracia se debilita y languidece, debido a que la libertad de prensa es un derecho político permanentemente asediado”.
“Hoy en día la libertad de prensa está condicionada desde dos flancos: por los políticos y los empresarios. Ambos aspiran someter a la prensa de diversas maneras. Unos agrediendo y hostigando a los periodistas y los otros abriendo o cerrando el grifo de la publicidad. En Nicaragua la libertad de prensa desde hace catorce años viene siendo acosada, mediante amenazas y agresiones contra medios y periodistas. En algunos casos se ha traducido en el cierre de medios televisivos y radiales”.
Periodismo sin amenazas
Al periodista, consultor e investigador de temas de periodismo y comunicación, Alfonso Malespín Jirón, se le preguntó lo siguiente: ¿Qué es para usted la libertad de prensa en Nicaragua y cuál es su estado actual?
“Libertad de prensa es una situación en la que hay diversidad de publicaciones, capaces de publicar informaciones sin amenazas ni represalias de índole alguna, y cuyos derechos están protegidos y defendidos por los medios mismos y por las instituciones de la sociedad”.
Respecto a Nicaragua: “La libertad de prensa se ha deteriorado francamente en cada año de gobierno de Daniel Ortega. En este 2020 Nicaragua se encuentra en el grupo de los peores países del mundo para ser periodista y hacer periodismo, por el terrorismo de estado prevaleciente. El periodismo nicaragüense se ve obligado a informar con un garrote amenazante en el horizonte”.

Tormenta de violaciones y agresiones desde 2018
La violación de la libertad de prensa en Nicaragua se refleja diariamente en dos escenas: Dos patrullas y al menos 8 policías armados con fusiles AK, se encuentran día y noche frente a las derruidas instalaciones del canal 100% Noticias, desde diciembre del 2018 cuando asaltaron el edificio e hicieron prisioneros a los periodistas Lucía Pineda Ubau, jefa de prensa y Miguel Mora, director y propietario quienes estuvieron seis meses en prisión.
A unos tres kilómetros al sur de ese edificio, la otra escena: la sala de redacción de Confidencial, Esta Semana Y Niu, dirigidos por el periodista Carlos Fernando Chamorro, se encuentra tomada por policías desde diciembre del 2018 y desde la calle se les ve hacer guardia dentro del edificio asaltado de noche por las armas.
Sin embargo, el recuento de los daños y abusos contra la libertad de prensa en Nicaragua es mucho más amplio: Desde el 18 de abril de 2018 al 31 de marzo del 2020, la Fundación Violeta Barrios de Chamorro ha registrado una cantidad de 2,110 casos de violación al derecho al libre ejercicio de la prensa en Nicaragua.

Violaciones a granel
Guillermo Medrano, investigador de la citada Fundación, nos resume que solo entre enero y marzo de 2020, se han documentado 131 casos de violaciones a la Libertad de Prensa en Nicaragua, según el informe trimestral publicado por la Fundación Violeta Barrios de Chamorro.
Esa persistencia de la represión sistemática contra los medios de comunicación y periodistas no afines al gobierno, ha llevado a que organizaciones internacionales que velan por los derechos de los periodistas y medios de comunicación ubiquen al país entre los peores del mundo para ejercer la profesión.
El informe de Clasificación Mundial de la Libertad de Prensa en 2020, que realiza anualmente la organización internacional Reporteros Sin Fronteras, refleja que la situación del periodismo empeoró en relación a 2019 y los derechos de periodistas y medios de comunicación retrocedieron bajo las arbitrariedades del gobierno de Nicaragua. Nicaragua se ubica en el puesto 117 de 180 países evaluados, en la lista roja de países con libertad de prensa “en situación difícil”, con una puntuación de 35.81 en una escala que comienza a evaluar desde 0.0 de mejor a peor.

Es decir, que retrocedió tres lugares en relación al lejano lugar que ocupaba en 2019.
Y este informe, dice Medrano, es apenas uno entre decenas que se acumulan desde 2007 y que han sido emitidos por las siguientes organizaciones que él recuerda: Comité de Protección para los Periodistas, Reporteros sin Fronteras, Oficina de la Alta Comisionada de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Amnistía Internacional, Alianza Regional, Organización de Estados Americanos, Voces del Sur, Article 19, Freedom House, Comisión Europea, Comisión Internacional de Derechos Humanos, Human Rights Watch, Departamento de Estado de Estados Unidos, y decenas de organizaciones no gubernamentales de todo el mundo.