Susan Meiselas fotografió la vida de bailarinas de striptease en Estados Unidos, documentó las guerras civiles en Centroamérica y el genocidio kurdo liderado por Saddam Hussein.
Meiselas (1948, Baltimore) comenzó en la fotografía a los 25 años y su trabajo se ha enfocado principalmente en temas de derechos humanos.
La fotógrafa documentalista estudió un master en educación audiovisual en Harvard, donde tomó su primer y único curso de fotografía.
A principios de 1970 daba clases de fotografía en escuelas públicas de Nueva York y dedicaba su tiempo libre a proyectos fotográficos.
Desde 1976 es miembro de Magnum Photos, una de las agencias fotográficas más grandes y reconocidas a nivel internacional.
Meiselas y “Carnival Strippers”
Carnival Strippers es el primer trabajo de Meiselas en hacerse reconocido. Ella fotografió a bailarinas que eran parte de un espectáculo de striptease en Nueva Inglaterra.
Cada verano entre 1972 y 1975, Meiselas dedicaba su tiempo a seguir de ciudad en ciudad el espectáculo de striptease.
La fotógrafa documentalista convivió de cerca con las bailarinas para entender su entorno de trabajo e historias.
Como resultado, en 1976 presentó Carnival Strippers, una serie de fotografías sobre la vida de estas mujeres dentro y fuera del escenario.
La muestra visual del mundo del striptease fue acompañada con audios de los directores de espectáculos, clientes y novios de las bailarinas.
Meiselas evidenció la cosificación de las mujeres y la influencia de la pobreza en la industria del sexo, desde distintas perspectivas .
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Fotografiando la guerra civil en Nicaragua
En 1978, Meiselas llegó a Nicaragua para documentar la revolución sandinista. Sus fotografías publicadas en diarios como el New York Times y la revista Time, ayudaron a que el mundo viera la guerra que estaba sucediendo en Nicaragua.
La fotógrafa se desplazó por varias partes del territorio nacional como Managua, Masaya, Chontales y Estelí, donde tomó algunas de las fotos más famosas de su carrera.
La imagen de un joven guerrillero que lanza una bomba molotov hecha con una botella de gaseosa, es una de las fotografías más icónicas de Meiselas.
“Molotov Man” se convirtió en un ícono de la época, fue plasmada en afiches, murales e incluso en cajas de fósforos.
En 2016, la fotografía del hombre molotov fue seleccionada por la revista Time como una de “las 100 fotos más influyentes de todos los tiempos”, junto a una imagen de Ernesto “Che” Guevara y Salvador Allende.
Las fotografías de Meiselas sobre la revolución sandinista recorrieron el mundo y fueron recopiladas en el libro Nicaragua, el que se publicó por primera vez en 1981.
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40 años después en un escenario similar
Con 70 años de edad, la fotógrafa documentalista regresó a Nicaragua en 2018, ahora para fotografiar las protestas contra el régimen de Daniel Ortega.
En una entrevista al New York Times, Meiselas contó que observó a un grupo de jóvenes nicaragüenses tratando de huir de la policía mientras creaban humo con morteros caseros.
Esa escena “se trató de un recorrido muy estremecedor por el pasado, el presente y el futuro imaginado”, afirmó la fotógrafa.
Testigo de la masacre de El Mozote
Después de su grandioso trabajo en Nicaragua, fue a cubrir la guerra civil que inició en 1979 en El Salvador.
Meiselas tomó algunas de las primeras imágenes de esta crisis que dejó unos 75 mil muertos.
Una de sus coberturas más relevantes fue la masacre de El Mozote, donde cientos de personas, principlamente campesinos fueron asesinados por el ejército salvadoreño.
Además, fotografió los cuerpos de un grupo de monjas estadounidenses ejecutadas por soldados en el país centroamericano.
Por sus coberturas en Centroamérica, Meiselas obtuvo reconocimiento y prestigio a nivel internacional.
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Meiselas siempre va más allá y vuelve a las historias
Sus trabajos más reconocidos son los que hizo entre 1970 y 1980, después de esos años retrató las fosas masivas producto del genocidio kurdo.
En esta cobertura, Meiselas interactuó con algunos sobrevivientes y fotografió sus retratos familiares, logrando hacer un contraste en el tiempo.
A Nicaragua regresó en 2004, ella quería encontrar y entrevistar a quienes había fotografiado. En esa ocasión, colocó las fotografías en tamaño mural en los mismos lugares donde fueron tomadas 25 años antes.
De la misma manera, en 2016 volvió a El Salvador para “tratar de entender la historia de ese período que viví. Hoy El Salvador es mucho más violento”, declaró en 2017 a Radio Francia Internacional.
Reconocimientos otorgados a Susan Meiselas
Meiselas es un referente de la fotografía documental y a través de su carrera ha logrado abordar temas de derechos humanos, guerras e incluso la industria del sexo.
Ella recopiló sus obras más icónicas en los libros Carnival Strippers, Nicaragua, Encounter with the Dani, Pandora’s Box y Kurdistan: In the shadow of history.
El gran impacto de su carrera la ha hecho merecedora de más de veinte reconocimientos, entre ellos:
- Medalla de Oro Robert Capa por “coraje y reportaje destacados” del Overseas Press Club por su trabajo en Nicaragua (1979).
- Premio Leica a la Excelencia (1982).
- Premio Engelhard del Instituto de Arte Contemporáneo (1985).
- Premio Maria Moors Cabot de la Universidad de Columbia por su cobertura de América Latina (1994).
- Premio de fotografía de la Fundación Hasselblad (1994).
- Premio Cornell Capa Infinity (2005).
- Medalla de las Artes de Hravard, (2011).
- Guggenheim Fellowship (2015).
- Premio de la Fundación Deutsche Börse Photography (2019).
- Premio Photo España 2022.